Querida lectora, puede que después de recorrer todo este tiempo juntas hayas logrado mejorar tus finanzas, estés en un proceso activo de recuperación o también cabe la posibilidad de que no hayas tenido éxito en lograr tu objetivo con tu propósito PAM. Si tú eres de las primeras dos categorías, déjame felicitarte pues se nota que has logrado ordenar tus prioridades para avanzar -ya sea a paso lento o rápido- al objetivo que te has planteado lograr.
Pero si eres de las mujeres que están en el último grupo necesitas volver a revalorar las prioridades y actividades que has estado realizando; ya que en vez de mejorar estas cayendo de nueva cuenta. Ahora pregúntate: ¿el torniquete para detener tu sangrado financiero ya se encuentra alrededor de la herida que presentas, pero tu dinero no deja de fluir?
Si tu respuesta -a este cuestionamiento- es afirmativa no te preocupes, déjame decirte que a pesar de que no veas los resultados inmediatos tú ya has podido lograr un cambio significativo. Ten en cuenta que, como en todo proceso, siempre hay una etapa de calma, una de mejora y una de caos para volver a dar paso a los progresos que buscas.
Con el simple hecho de haber leído mi libro y aventurarte a empezar esta hermosa travesía que te ayudará a mejorar tu situación financiera ya has dado un gran paso hacia la línea de meta. Ten en cuenta que en este momento no eres la misma que a comparación de como eras antes (ya sean dos, tres, cuatro, seis meses o un año), tú ya has logrado realizar cosas impresionantes.
Sin embargo, al igual que todo proceso, necesitas de trabajo duro y disciplina para ver resultados de poco a poco. Para esto, necesitarás un método, guía o equipo de personas que te acompañen y vigilen para evitar caer en el área de Terapia Intensiva a causa de tu sangrado financiero.
No esperes que tu progreso sea por casualidad o por un ente divino que te ayude a mejorar tu realidad financiera mágicamente. Los resultados de tus decisiones -tanto presentes como futuras y pasadas- dan constancia de todo lo que has llevado a cabo.
Ten disciplina en acciones y actitudes pequeñas que sean buenas y cotidianas para que te ayuden a obtener los resultados que deseas. La clave es redireccionar toda nuestra energía solo hacia nuestras metas. Recuerda que, al empoderar a una mujer podemos empoderar al mundo.
Únete a la misión y haz que tus finanzas dejen de sangrar.