Querida lectora, como hemos visto en entradas anteriores el ADN financiero es el código que moldea la mentalidad y conducta con respecto al dinero
Así como cualquiera de nosotras, existen mujeres que, casi de manera innata, tienen alguno de los perfiles de ahorradora (dormida, acumuladora, consumidora, previsora o inversionista) que hemos visto con anterioridad; pero también hay mujeres que se encuentran en situaciones críticas con perfiles de despilfarro y endeudamiento extremo, en dónde casi sería imposible salir.
En estas dos situaciones se encuentra como intermediario nuestro ácido desoxirribonucleico, el cual se ha encargado de almacenar las características hereditarias, en pocas palabras, es nuestro pensar actual programado a través de los patrones de comportamiento que aprendimos en la familia, escuela y sociedad. Ya que de estas hemos adoptado los comportamientos sobre el dinero que copiamos de nuestros padres y que, de la misma forma, ellos los recibieron de los suyos.
De esta manera es que, llegado a un punto en específico, nosotros vamos actuando de forma automática con comportamientos incongruentes y siguiendo el programa que nos enseñaron, y que más adelante nosotras se lo enseñaremos a nuestros hijos. Es por eso que, es importante que aprendamos a vivir preparados para la carencia o abundancia, experimentando momentos de altibajos o una estabilidad económica constante.
Pero no te preocupes, de acuerdo con el sistema educativo tradicional que se ha implementado desde varias generaciones anteriores a la nuestra, esta nos obliga a memorizar toneladas de datos e información de diferentes temas que, si bien, pueden ser importantes, son insuficientes como herramientas para manejar el dinero
En la sociedad, seguimos los estándares aceptados por nuestro grupo de amigos o vecinos y muchas de nosotras hemos sido testigos de los comportamientos que validan de “incapaces” a las mujeres pensamos en dinero; pero no te preocupes, nosotras somos capaces de cambiar esa mentalidad.
Como ya mencioné, nuestro ADN financiero ha establecido sus bases de construcción con muchas historias que han mantenido vulnerable y pobre la relación con tu dinero. Sin embargo, te recomiendo que no creas en muchas de estas historias falsas y trata de apalancarte con una de tus múltiples fortalezas: tu mente financiera. Como mujer, tienes la capacidad de ver al mundo de una forma holística y lo mismo pasará con tus finanzas pues, aunque no lo sepas, tu mente financiera tiene la suficiente capacidad para ser consciente de los beneficios, pero también de los riesgos, en tus finanzas. Recuerda que, al empoderar a una mujer podemos empoderar al mundo.
Únete a la misión y haz que tus finanzas dejen de sangrar.