Querida lectora, alguna vez has escuchado la frase ¡vamos, invítanos algo! Acabas de cobrar, ¿no? Apuesto a que sí y, con mucha tristeza, puedo decir que ha sido en más de una ocasión. Además, déjame decirte -con mucha seguridad- que de las personas que lo has escuchado suele ser un amigo o familiar muy cercano.
¿Que cómo sé esto? Pues, la respuesta es fácil… A mí también me ha pasado y, justamente por ser ellos, es que nos da mucha pena o vergüenza negar el invitar, prestar o hasta pagar algo para esas personas. Pero no te preocupes, a continuación, te compartiré 5 torniquetes que puedes usar para detener este sangrado en tus acciones sociales tóxicas:
- Escuchar a las amistades derrochadoras.
¡Anda, no seas aguada! ¡Vámonos de fiesta, no te cuesta nada! Estas amistades derrochadoras se presentan en diferentes formas como compañeros, amistades, parejas y hasta familiares. Muchas veces juegan con tus emociones, a su favor, para drenar la poca sangre financiera que te queda. Así que aléjate de estas personas tóxicas y dedícate al cuidado de tu salud financiera.
- Comparar tus ganancias y gastos con los de otras personas.
Si Fulanita lo compró, entonces yo también. Déjame decirte que actuar a la par del despilfarro económico de otras personas es el camino directo hacia una vida de escasez. Olvídate del resto de las carteras y pon atención en la tuya.
- Prestar, comprar o regalar por miedo a quedar mal.
Me va a dejar de hablar si no le presto. Muchas veces obras mal al comprar y no necesitar, pero, comprar, prestar o regalar por miedo a que tu relación con otras personas se rompa, es un error monetario garrafal. Deja atrás esos miedos y ruborizantes momentos de pena y construye tu abundancia económica.
- Consumir por miedo al “qué dirán”.
¡Primero muerta a que digan que no tengo nada! Deja de pensar en que “si no compras, te quedarás fuera”. No te claves en aparentar lo que no eres. Olvídate de eso y ve hacia tu meta de ahorro.
- Endeudarse por el compromiso de grandes eventos sociales.
¡Aunque saque la casa por la ventana, pero tenemos que hacer la fiesta! Si utilizas los ahorros destinados para otros fines o incluso te endeudas con tal de tener ese evento socialmente “obligado”, es seguro que tu economía está en graves y colorados problemas.
Ya no malgastes tu dinero en fachadas sociales y apunta a tu salud financiera. Recuerda que, al empoderar a una mujer podemos empoderar al mundo.
Únete a la misión y haz que tus finanzas dejen de sangrar.