Conocer tu estado financiero puede ser un gran reto. No es fácil darte cuenta de todas las fugas monetarias que tenemos gracias a los gastos innecesarios provocados por los famosos “me esforcé tanto que me lo merezco” o los “gastos hormiga” en cosas pequeñas y económicas, pero recurrentes. No obstante, de la misma manera en la que puede ser un reto, también es una gran satisfacción saber que -al tener consciencia de estos gastos y ponernos en acción para cambiar poco a poco nuestra situación- podemos mejorar y tener los resultados financieros que más deseamos.
Siendo así, es importante que entiendas el punto de partida principal, pues este reto depende totalmente de nuestros gastos mensuales. De esta manera, una vez que ya sabes la cantidad que ganas y la cantidad que gastas, tienes 3 opciones para saber el estatus en el que se encuentran los egresos de tu capital, los cuales son:
Opción 1: terapia intensiva.
Si te encuentras en esta zona, debes tener mucho cuidado. Ya sea de forma consciente o inconsciente tiendes a derrochar tu dinero en artículos innecesarios sin importar el precio o la practicidad de las cosas que adquieras, pero te das cuenta del error de esta acción hasta el momento en el que observas el estado de tu cuenta mensual.
Opción 2: sangrado financiero sin riesgo.
No escatimas en gastos cuando se trata de tus gustos “sin sentido”, pero aún no te encuentras dentro de los gastos excesivos. Si tienes consciencia de tus gastos y te encuentras en esta zona, es muy importante que empieces a tomar acción para que trates de mejorar tu situación o evitar caer en la zona más grave. Toma tus precauciones y mejora tu situación financiera para que logres los objetivos que te propongas.
Opción 3: alta y recuperación.
Si te encuentras en esta zona y estás consciente de todos los ingresos y gastos innecesarios que realizabas y has decidido empezar a establecer límites para evitar derrochar más dinero de lo necesario, lo único que me queda decirte es ¡felicidades! Tu consciencia financiera ha empezado a despertar para crecer y mejorar ese aspecto de tu vida.
En cualquiera de las tres opciones en que te encuentres, es importante que tengas en cuenta que necesitas seguir avanzando para salir de la “mala racha económica” en la que te encuentras o evitar volver a caer en ella para llegar a la meta financiera que te propongas. Recuerda que al empoderar a una mujer podemos empoderar al mundo.
Únete a la misión y haz que tus finanzas dejen de sangrar.