Todas sabemos que tener una tarjeta de crédito puede salvarnos de cualquier situación alarmante o de algún contratiempo. Pero así como nos ayudan a salir de un problema, también pueden hacer que caigamos en una trampa aún peor. Es por eso que, para evitar que caigas en esta red de problemas, a continuación de compartimos 6 advertencias que debes de tener en cuenta antes de que tus tarjetas de crédito te provoquen un sangrado financiero:
- No agrandes tu abanico de tarjetas de crédito.
Por mejores promociones que prometan las tiendas departamentales o centros comerciales, tener una tarjeta de crédito de cada una es la ruta segura hacia un endeudamiento. Es por eso que te recomiendo cancelar la mayoría y solo mantener la que te ofrezca un mejor servicio o cobre menores intereses.
- Deja de pasear tus tarjetas de crédito.
Evade esta sangrienta dependencia y protege tu economía, no cargues tu tarjeta para todos lados con el pretexto de “por si las moscas, mejor me la llevo”.
- Deja de pensar que tu tarjeta de crédito es dinero extra.
Recuerda que el crédito es un préstamo que debes pagar. Tal vez puedas sentir una gran alegría y, a la vez, una ardiente tentación de comprar hasta alcanzar el límite de tu tarjeta porque en tu estado de cuenta aparece la palabra mágica “disponible”, pero el monto de crédito de tu tarjeta no es dinero que puedes sumar a tu salario mensual.
- Deja de pagar solo el mínimo como forma habitual de pago.
Cuando haces el pago mínimo, el banco continúa cobrando un interés por el total de tu deuda. Es decir, solo un porcentaje de este irá al pago de tu deuda. La otra parte se va para los intereses que cobra el banco por no pagar todo lo que utilizaste durante el periodo.
- Deja de pagar tarde o de plano no pagar.
Ten en cuenta que el atraso propicia la generación de intereses. Las penalizaciones por retraso, incluso si es un solo día, son muy altas. Y, de ser así, tu deuda se convierte en un río de lava que nunca acaba.
- Deja de aceptar créditos a lo loco.
Para los prestamistas, eres una clienta más y ganan dinero con los créditos que te ofrecen; con algunos ganan menos y con otros más, por lo que te ofrecerán primero lo que a ellos les dé más dinero. No importa si son los más adecuados para ti.
Si te ofrecen otra tarjeta, hazte ciega, sorda o muda; apártate de esta mala práctica y orienta tu energía hacia tu propósito de ahorro PAM. No malgastes tu dinero, retírate de ahí y pon atención a tu meta financiera. Recuerda que, al empoderar a una mujer podemos empoderar al mundo.
Únete a la misión y haz que tus finanzas dejen de sangrar.